Enfrentando los cambios inesperados

            La vida puede ser tan desafiante tanto como te lo puedas imaginar.  En ocasiones nos da un alerta de que tenemos la capacidad como ser humano de enfrentar experiencias, que si no ocurren no sabemos hasta donde podemos llegar.  Comparto estos pensamientos contigo porque estos días he vivido de esas experiencias que producen cambios significativos recordándote que pocas cosas en la vida son perpetuas.

            Los cambios inesperados tales como: pérdidas de trabajo, familias separadas, crisis financiera, enfermedades son eventos que sabemos pueden ocurrir, pero en realidad no nos visualizamos en ese escenario. Quiero compartir lo que he descubierto respecto a mi experiencia, pero por confidencialidad, solo diré que se relaciona con mi área profesional.  

            A veces damos por sentado que lo que tenemos va a durar mucho tiempo y no nos proyectamos con un plan B en caso de que las circunstancias cambien. No niego que mi experiencia de cambio profesional me tomó casi por sorpresa.  Me ubicó en un estado de reflexión para aprovechar este espacio y reajustarme a ese cambio. Digo que casi me toma por sorpresa, pues ya podía percibir que algo ocurriría, pero no sabía que iba a ser tan pronto. Mantenerse alerta ante las circunstancias siempre nos da una señal de posibles cambios, pero esta vez no me proyecté en el tiempo.

            Cuando llegó el momento, mi mente quedó como una página en blanco.  Entonces tuve todas las emociones: tristeza, incertidumbre, insomnio parcial (me encanta dormir, así que no me acostumbro al desvelo), también mucha molestia y frustración. La gama de emociones en ocasiones se dan por separadas y también entremezcladas, lo has vivido, ¿verdad?  Además, por mi memoria pasaron momentos del pasado, logros, desafíos y vivencias con personas maravillosas. Tomé la decisión de separar par de días de introspección. Literalmente, casi detuve mi agenda, mientras iba reflexionando, respirando y tratando de entender lo que estaba pasando. Una vez más sosegada, opté por iniciar un plan de modificación de actividades y establecer nuevas metas.  Parte del resultado de separar el tiempo para pensar tranquilamente, surge la idea de escribir esta entrada para el blog, con el fin de aprovechar todo este proceso como un aprendizaje, no solo para mí como profesional, sino para todos los que pertenecen a la comunidad D´Valor.

            Un elemento favorable es que he puesto en práctica lo aprendido como coach y mentora profesional. Otro factor determinante es mantener la fe, la cual nos sostiene de manera extraordinaria en medio de las circunstancias desafiantes.

            Aquí, algunas de las acciones que he trabajado estos días para enfrentar el cambio inesperado y mantenerme enfocada:

·      Tomé tiempo para reflexionar, mantener la paz y orientarme hacia los aspectos positivos y en los desafíos del cambio. Afronté lo que me ha tocado vivir y no me he negado a la realidad que tengo de frente.

·      Aunque soy optimista por naturaleza, hay momentos que requieren mayor esfuerzo para mantener los pensamientos positivos, aminorando los negativos que surgen de manera espontánea. Tener una mente abierta y positiva ayuda a disminuir la tensión, la molestia y la frustración.

·      Comencé a buscar el apoyo de familiares y amigos de confianza. Esto permite aclarar ideas. Las personas que te aman, te dan fortaleza, te recuerdan lo que vales y te dan apoyo incondicional. Nunca intentes pasar una experiencia de cambio en soledad. Es demasiado difícil y arriesgado.

·      He reajustado mis metas a corto y mediano plazo por escrito. Retomé mi lista de resoluciones de este año para modificar las prioridades. Mover, cambiar e insertar nuevas tareas en el calendario es parte del desafío ante los cambios imprevistos.

             Un cambio inesperado siempre causa un esfuerzo adicional, requiere mayor energía, te saca de tu zona cómoda y te despierta a explorar nuevas posibilidades. Un cambio rompe tu rutina y sacude tus costumbres y hábitos. Esa es la parte desafiante del asunto. Pero lo mejor es que esos cambios, enfrentados adecuadamente, te hacen más alerta y más fuerte cada día.  

             El hecho de compartir esta experiencia contigo ha sido positivo y transformador. Espero que si te has identificado con ella y quieres compartir con la comunidad tus vivencias, hagas tus comentarios en el blog. Serán de mucho valor.